Gracias al reto del Taller de sueños de Arish, he retomado un proyecto que he tenido un tiempo guardado, se trata de un vestido que empecé a coser en 2019, con mucho cariño e ilusión. La tela, de nuevo fue el comienzo de todo y menudo acierto, para mi tiene magia. Ha pasado tiempo pero me enamora como cuando empecé a pensar en ella antes de comprarla